viernes, 23 de abril de 2010

Y tú, cuando tienes un problema de salud, ¿te automedicas?

El problema de la automedicación tiene mucha mayor importancia de la que todos solemos otorgarle. Y no sólo porque estemos tomando algo que puede tener una serie de efectos secundarios, a veces tremendamente peligrosos para la salud (7 millones de personas murieron en 2007 a nivel mundial por este motivo (ver enlace ) ; sino porque ni siquiera sabemos si son convenientes para el cuadro que padecemos. Para eso están los sanitarios: Para decirnos qué tomar y qué no tomar ante una determinada enfermedad. Y sin embargo, hasta un 60% de las personas adultas suelen automedicarse (enlace) Casos flagrantes los de los medicamentos para dormir: Éstos suelen pasar de un vecino a otro, sin ningún tipo de control ni de consciencia de la peligrosidad que suponen. Productos como los hipnóticos/sedantes pueden engancharnos. ¡Y a ver quién logra dejarlos después y seguir durmiendo a pierna suelta! Aquellos que alguna vez hayan tomado fármacos de este tipo bajo supervisión médica, bien podrán hablar del reparo y la prudencia con los que los solemos pautar desde los centros de salud. Mención especial tienen los antibióticos: Con ellos sí que deberíamos ser prudentes, y evitar la automedicación. Es cada vez mayor el problema de las resistencias que presentan muchas bacterias causantes de cuadros infecciosos en personas, respecto a los antibióticos que antaño conseguían eliminarlas. Y nuestro país es uno de los que más abusa de este aspecto. Incluso el Ministerio de Sanidad debió tomar parte en este problema: Preparó un protocolo preventivo en el año 2000 (lo encontrareis en el siguiente enlace en formato pdf: enlace ) y retomó esfuerzos en 2007 mediante una publicación web (enlace ) donde dejaba claro conceptos como resistencias, la necesidad de completar el tratamiento pautado durante todos los días estipulados, y de no abandonarlo antes… ¿Y para el dolor? ¿Son seguros los medicamentos? En este caso deberíamos ser prudentes, fundamentalmente, con los antiinflamatorios (ibuprofeno, diclofenaco…). A cualquier edad pueden dar problemas a nivel de la pared del estómago (úlceras, erosiones…); pero en gente mayor, además, pueden ocasionar insuficiencia cardíaca, subidas de tensión, insuficiencia renal, y desorientación en aquellos más mayores (ancianos frágiles). Interesante, en este sentido, el siguiente artículo (antiinflamatorios en gente mayor de 65 años ) Y para ilustrar este tema de la automedicación, el Ministerio de Sanidad produjo hace unos años unos anuncios (los podeis encontrar en el siguiente enlace: spot de television del Ministerio de Sanidad) . No dejeis, si podeis, de ver el spot de tv ilustrativo (muchos lo recordarán), porque, aunque parezca una situación irreal y exagerada, si lo pensamos fríamente, no dista mucho del día a día de bastantes personas que conocemos, o de nosotros mismos.

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